La biblioteca tal como se conoce
hoy, se diferencia bastante de lo que algún
día fue. Hay grandes y pequeñas bibliotecas, y cuando se dice pequeña no es precisamente por la envergadura
sino por otra clase de limitaciones: el fantasma del aburrimiento, las pocas opciones
y el silencio desmedido, son apenas unas
de ellas.
Querido lector, usuario o no,
debes saber que hoy la biblioteca es un gran escenario del conocimiento,
depende de lo que persigues. En caso de que te abrume el ruido allí puedes
refugiarte, si es el paso apresurado del tiempo lo que te molesta búscate un
lugar, pero si eres enérgico también, sí, también.
La biblioteca se propone como
un lugar propicio para la acción mental
y física. Puedes visitarla, navegar por
internet, ver historietas tipo cómic, compartir juegos de mesa, hacer manualidades, ver cine, asistir a
talleres de teatro, de pintura, de dibujo… y por supuesto leer, no hay un mejor
sitio para leer, para pensar, para ser.
¿Por qué el cambio de filosofía? te
debes estar preguntando. La biblioteca como muchos otros lugares, se transforma
para el beneficio del hombre moderno, se parecen un poco a ti y a mí, y a nuestra nueva manera de
comportarnos. En pocas palabras y en otras palabras: se abre camino a lo que
nos gusta hacer.
¿Quiénes vienen a la biblioteca? El
piloso, el inquieto, el enérgico, todo aquel que quiere aprender. Viene
quien quiere ser dueño de su destino, quien prefiere pensar por sí mismo. La biblioteca
del colegio Champagnat se une a este propósito, por esto hoy te extiende la invitación.
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